JESÚS  VIVE  Y   ESTO  ES  REAL  !!

“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó” Jn 20

María Magdalena había llegado al sepulcro de Jesús, para llorarle, había ido en la madrugada, aún era de noche.... pero sorpresa la de ella, que cuando llegó, se encontró la piedra corrida, tremenda piedra que unos no podrían solos para correrla. EL SEPULCRO ESTABA VACÍO.  Dónde habían  puesto a su Señor? quién se lo había llevado?  Aún no había entendido que debía cumplirse lo que El mismo les había dicho días antes.  Sale corriendo a contarles a los discípulos y dos de ellos van a verificar lo que una mujer les ha contado. A tener en cuenta que a la mujer en aquella época poco y nada se le tenía en cuenta y mucho menos se le creía semejante noticia. 

Pedro y Juan, que aunque no lo dice nombrándolo (es Juan mismo el que  escribe este  evangelio y se da por hecho que  él mismo.  no se va a nombrar... pues por su humildad, quiere permanecer en el anonimato), sin embargo es él quien sale corriendo con Pedro rumbo al sepulcro a comprobar  si lo que dijo María Magdalena era cierto.

Juan es de los evangelistas que mas me gustan. Es el que se mantenía cerca de Jesús en casi todo momento. Iba como perrito faldero detrás de Jesús para todos lados, es el que como niño mimoso se le acercaba a Jesús al pecho, como buscando ser abrazado o queriendo devolver lo que recibía, es el que conocía bien los latidos de Jesús, pues aquel día de la última cena, no era la primera vez que se le recostaba a su pecho...., es el que se mantuvo cerca aún en los momentos de mayor dolor a los pies de la cruz, también al lado de María, es el que dejó Jesús para cuidar a María  y quien nos representa a todos, en calidad de hijos adoptivos de María.
 Juan conoce bien el fondo del alma de Jesús, Juan es de los que ha sabido entrar en la esencia del mensaje de Jesús para todos, Juan es el que ha vivido y palpado una vida interior al lado de Jesús y por eso, su fe es tan grande, que no necesita ver  para creer!!! Juan llegó primero pero no entró. Pedro,  llegando después, tuvo que comprobar si realmente no estaba Jesús allí. A Juan, solo le bastó ver que que no estaba para creer que realmente estaba vivo.  Te das cuenta? No necesitó de ninguna aparición espectacular para saber que Jesús vive de una manera que no le vemos. pero que está y es completamente real. Podemos sentir la invitación a buscar con  intensidad la experiencia de Jesús vivo, no nada no nada mas porque  "dicen que dijeron", sino porque El en persona viene a mi encuentro. Hagamos cada día, esa búsqueda incesante, de encontrarle en todos y en todo.